"La clave de este estudio ha sido entender cómo la combinación e interacción de nuestros dos genomas, el nuclear y mitocondrial, desencadena una adaptación celular que tendrá repercusiones a lo largo de toda nuestra vida", explica la Dra. Ana Latorre-Pellicer, primera firmante del artículo.
Gracias a animales modelo, los investigadores han podido demostrar rigurosamente que, cambiando únicamente el ADN mitocondrial de los ratones, se desencadenaron una serie de mecanismos adaptativos celulares en los animales jóvenes que permitieron un envejecimiento más saludable. "Si somos capaces de explicar biológicamente los factores que nos permitan envejecer eludiendo las patologías asociadas a la edad, podremos mantener una salud duradera durante el envejecimiento", afirma la Dra. Latorre-Pellicer.
HIJOS DE TRES PADRES GENÉTICOS
Jesús
Mª Vázquez Cobos, Enrique Calvo, Rebeca Acín Pérez, José Antonio
Enríquez, Ana Victoria Lechuga-Vieco, Ignacio Flores, Carlos Torroja,
Fátima Sánchez Cabo, Jesús Ruiz-Cabello y Andrés González Guerra
En este sentido, los resultados obtenidos en este trabajo subrayan la importancia a la hora de elegir la variante de ADN mitocondrial escogida en las técnicas de reproducción asistida que conllevan reemplazamiento mitocondrial. Los riesgos potenciales de este procedimiento no deben ser ignorados, señalan los investigadores del CNIC. "Al igual que en los trasplantes de órganos o en las transfusiones sanguíneas, se deben elegir donantes compatibles también en el trasplante de mitocondrias y considerar el uso de un ADN mitocondrial que genéticamente sea similar al de la madre cuyo óvulo requiere el remplazo del ADN mitocondrial", concluye el Dr. Enriquez.